"La justicia consiste en decir la verdad y en devolver a cada uno lo suyo"
La República, II, 37, 335b.
El diálogo de "La República" de Platón es una obra filosófica fundamental que aborda diversos temas, entre ellos, el concepto de justicia. Fue escrita por Platón, en el s. IV aC. En esta ocasión reflexionamos sobre la noción de justicia, enfocándonos en los puntos de la justicia individual y la justicia en el Estado ideal.
El concepto de justicia no es sencillo. Para comprenderla, tendríamos que leer la obra completa y relacionarla con otras obras de Platón y el contexto histórico en el que reflexiona. Presentamos sólo dos aspectos que se presentan en La República.
En primer lugar, Platón establece que la justicia es la armonía y equilibrio entre las diferentes partes del alma. Según la propuesta platónica, el alma humana está compuesta por tres partes: la razón, el apetito y el espíritu. La justicia se logra cuando la razón, como parte superior del alma, gobierna y controla al apetito y al espíritu, manteniendo un equilibrio entre ellos. La justicia individual sería un estado interno en el que cada parte del alma cumple su función adecuada.
Partiendo de este presupuesto, Platón amplía el concepto de justicia a la organización de la ciudad ideal, el Estado perfecto. La justicia en el Estado sería semejante a la justicia en el individuo, y viceversa. En el Estado ideal, los ciudadanos están divididos en tres clases: los gobernantes filósofos, los guardianes y los productores. Cada clase tiene una función específica y contribuye al bien de la comunidad en su conjunto. La justicia se logra cuando cada clase realiza sus objetivos correctamente y trabaja en armonía para el bien de todos.
Platón sostiene que la justicia no solo implica la distribución equitativa de bienes y derechos, sino también la realización de la función propia de cada individuo y la contribución al bien de todos. Para Platón, la justicia no es una mera convención social, no es solamente un acuerdo de todos; sino una forma de vida en la que cada individuo y el Estado en su conjunto se orientan hacia el bien común.
El problema inicia cuanto los ciudadanos no buscan el bien común, sino se enfocan en sus propios intereses. Será necesaria la acción de la autoridad que pueda cuidar la justicia del bien común.