En la sociedad actual, la prisa, la inmediatez y la sobreabundancia de información provocan que muchas personas encuentran dificultades para mantener un enfoque claro y sostenido en sus objetivos de bien. Las distracciones constantes y la presión para obtener resultados rápidos pueden llevar a una falta de dirección y propósito. El cansancio hace presa de las personas y provoca el desánimo. Este problema es especialmente evidente en el ámbito educativo, familiar y profesional, donde el desarrollo de metas a corto, mediano y largo plazo es crucial para el desarrollo humano. Sin una actitud de enfoque, los individuos corren el riesgo de perderse en tareas triviales, desviarse de sus objetivos principales, de las metas más nobles y llenas de sentido humano, que llevan experimentar un sentimiento de insatisfacción, decepción y tristeza.
Entre las consecuencias de una vida distraída se encuentran el fracaso, el estancamiento y el deterioro de las relaciones interpersonales.
Fracaso académico y profesional. Un estudiante universitario que no puede concentrarse en sus estudios debido a la distracción constante de las redes sociales y otros medios de entretenimiento puede terminar fracasando en sus exámenes y, eventualmente, abandonar su carrera. La falta de enfoque le impide desarrollar las competencias necesarias para avanzar en su educación y futuro profesional.
Estancamiento personal. Un profesional que salta de una tarea a otra sin terminar ninguna puede encontrar que, después de años de trabajo, no ha logrado ningún avance significativo en su carrera. Este estancamiento puede generar frustración y una baja autoestima, ya que la persona no ve el fruto de sus esfuerzos.
Relaciones interpersonales deterioradas. Un padre de familia que no logra enfocar su tiempo y atención en su hogar debido a las demandas laborales y otras distracciones puede experimentar un deterioro en sus relaciones familiares. La falta de enfoque en las metas familiares y personales puede llevar a una desconexión emocional con los seres queridos.
Desde la perspectiva humanista, el enfoque se entiende como la capacidad de una persona para concentrar sus esfuerzos y recursos en objetivos específicos y relevantes, alineados con sus valores de bien, libertad y justicia que expresan el propósito de vida. El enfoque es esencial para alcanzar objetivos intermedios que conducen a la meta final. Autores como John Whitmore y Timothy Gallwey han enfatizado la importancia del enfoque, destacando cómo una atención plena y dirigida puede mejorar el rendimiento y la satisfacción personal (Whitmore, 2002; Gallwey, 2000).
Los elementos principales del enfoque son:
Claridad de metas y objetivos: Definir metas claras y específicas que sean significativas para la persona.
Prioridad de tareas: Organizar y priorizar actividades que contribuyan directamente al logro de los objetivos.
Gestión del tiempo: Utilizar el tiempo de manera efectiva y evitar distracciones.
Persistencia y resiliencia: Mantener la motivación y la dedicación a pesar de los obstáculos y desafíos.
El desarrollar estos elementos permite a las personas una vida intencional, dirigida por la razón hacia las metas más altas y nobles de la vida, integrando las decisiones, tareas, procesos necesarios para cumplir los obejtivos intermedios.
Entre las herramientas que ayudan a desarrollar esta actitud de enfoque se encuentran la Matriz de Eisenhower y el Método Kanban. Ambas se basan en la visualización de las tareas, procesos, objetivos y metas, de tal manera que permiten tener un mapa mental que ayude a mantener la conciencia clara del proceso y del estado del mismo. De esta manera, la persona mantiene la relación constante con la meta y puede tener conciencia de camino recorrido (pasado), el estado actual (presente) y lo que hay que recorrer aún (futuro). Este mapa mental, ayuda a tener conciencia y a general responsabilidad, ya que permite tener claridad sobre los pasos que siguen en el camino.
Matriz de Eisenhower
La Matriz de Eisenhower, también conocida como la matriz de urgente/importante, ayuda a priorizar tareas en función de su urgencia e importancia, de manera que tengamos conciencia de las tareas más importantes a realizar y enfocarnos en ellas.
Ejemplo 1: Un estudiante usa la matriz para organizar sus tareas semanales, priorizando estudiar para un examen importante y relegando tareas menos urgentes como la limpieza de su habitación.
Ejemplo 2: Un gerente utiliza la matriz para delegar tareas a su equipo, enfocándose en proyectos estratégicos y delegando tareas rutinarias.
Ejemplo 3: Un padre organiza sus responsabilidades diarias, priorizando tiempo de calidad con sus hijos y delegando tareas domésticas menos urgentes.
La Matriz de Eisenhower se divide en cuatro cuadrantes que ayudan a priorizar tareas en función de su urgencia e importancia:
Cuadrante I: Urgente e Importante
Tareas que requieren atención inmediata y son críticas para lograr objetivos importantes.
Ejemplos: Crisis, plazos inminentes, problemas urgentes.
Cuadrante II: No Urgente pero Importante
Tareas que son esenciales para el crecimiento y el progreso a largo plazo, pero no requieren atención inmediata.
Ejemplos: Planificación, ejercicio, aprendizaje, desarrollo personal.
Cuadrante III: Urgente pero No Importante
Tareas que necesitan atención inmediata pero no contribuyen significativamente a los objetivos a largo plazo.
Ejemplos: Interrupciones, llamadas no esenciales, correos electrónicos de baja prioridad.
Cuadrante IV: No Urgente y No Importante
Tareas que no tienen una importancia real y no requieren atención inmediata.
Ejemplos: Actividades de entretenimiento excesivo, redes sociales, tareas triviales.
Ejemplos de Aplicación de la Matriz de Eisenhower
Ejemplo 1: Estudiante universitario
Cuadrante I:
Preparar un informe que se debe entregar mañana.
Estudiar para un examen final la próxima semana.
Cuadrante II:
Planificar un proyecto de investigación para el próximo semestre.
Asistir a un taller de desarrollo personal.
Cuadrante III:
Responder a mensajes de texto de amigos sobre una salida el fin de semana.
Participar en reuniones de club que no son esenciales para su desarrollo académico.
Cuadrante IV:
Ver videos en YouTube sin propósito educativo.
Navegar por redes sociales sin un objetivo claro.
Ejemplo 2: Profesional de oficina
Cuadrante I:
Preparar una presentación importante para una reunión mañana.
Resolver un problema técnico crítico en el sistema informático.
Cuadrante II:
Desarrollar un plan de carrera a largo plazo.
Participar en un curso de habilidades de liderazgo.
Cuadrante III:
Atender llamadas telefónicas no esenciales.
Responder a correos electrónicos de baja prioridad.
Cuadrante IV:
Pasar tiempo en redes sociales durante las horas de trabajo.
Participar en charlas innecesarias con compañeros de trabajo.
Secuencia de pasos para aplicar la Matriz de Eisenhower
Listado de tareas. Escribir todas las tareas pendientes en una lista.
Clasificación de tareas. Evaluar cada tarea según su urgencia e importancia. Asignar cada tarea en cada uno de los cuadrantes:
Cuadrante I: Urgente e Importante.
Cuadrante II: No Urgente pero Importante.
Cuadrante III: Urgente pero No Importante.
Cuadrante IV: No Urgente y No Importante.
Planificación y ejecución.
Cuadrante I: Actuar de inmediato. Estas tareas requieren atención inmediata.
Cuadrante II: Programar tiempo específico para trabajar en estas tareas. Son esenciales para el éxito a largo plazo.
Cuadrante III: Delegar estas tareas si es posible. Aunque requieren atención inmediata, no son cruciales para tus objetivos.
Cuadrante IV: Eliminar o minimizar estas tareas. No aportan valor significativo y son distracciones.
Evaluación constante. Revisar y actualizar la matriz regularmente. Las prioridades pueden cambiar y es importante ajustar la matriz en consecuencia.
Ajustes. Reflexionar sobre cómo se está utilizando el tiempo y ajustar las estrategias de gestión del tiempo según sea necesario.
La Matriz de Eisenhower es una herramienta poderosa para gestionar el tiempo y las prioridades de manera efectiva. Al clasificar las tareas según su urgencia e importancia, es posible enfocar los esfuerzos en lo que realmente importa y lograr los objetivos con mayor eficiencia. Implementar esta matriz requiere disciplina y reflexión continua, pero los beneficios en términos de desarrollo personal son invaluables.
Los enlaces siguientes llevan a dos videos. Uno nos ayuda a entender la necesidad de la priorización de las tareas para poder enfocar nuestros esfuerzos. El segundo explica la herramienta de manera visual.
Stephen Covey. Poniendo primero lo primero.
Técnicas de gestión del tiempo. Cuadrante de Eisenhower.
Método Kanban
El método Kanban utiliza un sistema visual de tableros para gestionar el flujo de trabajo, ayudando a mantener el enfoque y el trabajo intencional. Este método es una ayuda para mantener el enfoque en cada tarea y tener conciencia de cuál es su estado de desarrollo en todo el proceso, de manera que atendamos las diversas circunstancias que acontecen a lo largo de todo el camino.
Ejemplo 1: Un estudiante crea un tablero Kanban para sus proyectos escolares, moviendo tarjetas de "Pendiente" a "En Proceso" y "Completo" a medida que avanza.
Ejemplo 2: Un equipo de desarrollo de un producto usa un tablero Kanban para visualizar y gestionar sus tareas, mejorando la colaboración y el seguimiento del progreso. De manera que todo el equipo está consciente del estado del desarrollo del proceso y qué puntos hay que atender.
Ejemplo 3: Una familia utiliza un tablero Kanban para organizar las tareas del hogar, asignando responsabilidades y monitoreando el avance.
El esquema básico de un tablero Kanban incluye tres columnas principales:
Pendiente (To Do): Tareas que aún no se han comenzado.
En Proceso (In Progress): Tareas que están actualmente en desarrollo.
Completado (Done): Tareas que se han finalizado.
Ejemplos de Aplicación del Método Kanban
Ejemplo 1: Estudiante Universitario
Pendiente:
Leer capítulos 1-3 del libro de texto de biología.
Investigar para el ensayo de historia.
Preparar la presentación de metodología.
En proceso:
Escribir el primer borrador del ensayo de historia.
Ejercicios de práctica para el examen de matemáticas.
Completado:
Revisión de notas de la clase de historia.
Participación en el seminario de ciencias políticas.
Ejemplo 2: Equipo de desarrollo de un producto
Pendiente:
Definir requisitos del nuevo producto.
Realizar el diseñar del producto.
Planificar pruebas de usabilidad.
En proceso:
Probar la funcionalidad del producto
Realizar pruebas de verificación.
Completado:
Se corrigieron errores de diseño.
Se actualizó la información técnica.
Secuencia de Pasos para Aplicar el Método Kanban
Configurar el tablero Kanban
Crear un tablero físico o digital con al menos tres columnas: Pendiente, En Proceso, y Completado.
Opcionalmente, agregar más columnas según las necesidades del proyecto, como "Revisión" o "Bloqueado".
Identificar y listar Tareas
Enumerar todas las tareas pendientes y colocarlas en la columna "Pendiente".
Asegurarse de que cada tarea esté claramente definida y sea accionable.
Establecer límites de trabajo en proceso
Determinar un límite máximo para el número de tareas que pueden estar en la columna "En Proceso" al mismo tiempo.
Esto ayuda a evitar la sobrecarga y asegura que el equipo se concentre en completar tareas antes de comenzar nuevas.
Mover tareas a través del tablero
Cuando se comience a trabajar en una tarea, moverla de "Pendiente" a "En Proceso".
Una vez completada, moverla a "Completado".
Si una tarea encuentra un obstáculo y no puede continuar, moverla a una columna "Bloqueado" si está disponible, hasta que el obstáculo sea resuelto.
Revisar y ajustar regularmente
Realizar revisiones periódicas del tablero para asegurarse de que las tareas estén avanzando adecuadamente.
Ajustar los límites de trabajo en proceso y reordenar las prioridades según sea necesario.
Realizar sesiones de revisión para clarificar el progreso, identificar saturaciones y buscar mejoras en el flujo de trabajo.
El método Kanban es una herramienta eficaz para gestionar el flujo de trabajo y aumentar la productividad mediante la visualización de las tareas y su progreso. Al seguir una secuencia de pasos claros, como configurar el tablero, listar tareas, establecer límites de trabajo en proceso y mover tareas a través del tablero, se puede asegurar un enfoque disciplinado y organizado. Este método no solo ayuda a mantener el control sobre múltiples tareas, sino que también fomenta la mejora continua y la eficiencia en cualquier proyecto, ya sea personal, académico o profesional.
El siguiente enlace lleva a un video que explica el Método Kanban.
En general, el desarrollo de una actitud de enfoque es muy importante para alcanzar las metas propuestas en los diversos ámbitos de la vida, tanto personal como profesional. Si en en nuestro entorno hay demasiadas distracciones, el enfoque permite dirigir los esfuerzos hacia lo que realmente relevante, avanzando paso a paso hacia los objetivos finales. Implementar herramientas como la Matriz de Eisenhower y el Método Kanban puede mejorar la propia capacidad de concentrarse en lo importante y avanzar en los objetivos, metas y crecimiento personal. Whitmore (2002) y Gallwey (2000) destacan que el enfoque mejora el rendimiento e incrementa la satisfacción y el sentido de propósito en la vida de las personas. El enfoque es una actitud que ayuda a una vida más intencional hacia el desarrollo y el sentido profundo de la vida del ser humano.
Gallwey, W. T. (2000). The Inner Game of Work. New York: Random House.
Whitmore, J. (2002). Coaching for Performance: Growing People, Performance, and Purpose. Boston: Nicholas Brealey Publishing.